Conocer Mejor Los Neuromoduladores

botox o toxina botulinica

A primeros de mes, asistí en Madrid a una jornada organizada por Allergan para conocer mejor el neuromodulador, más concretamente la  molécula de la toxina botulínica.

conocer el botox

John Maltman director científico de Allergan nos habló de los últimos datos y las últimas investigaciones sobre los neuromoduladores.

El neuromodulador ha cumplido 20 años de  uso en estética y casi 30 de uso en terapéutica.

La toxina botulínica es una molécula compleja, producida por una bacteria, el clostridium botulinum.

Su utilización en medicina es muy amplia, tiene aprobadas las indicaciones para el tratamiento de los  espasmos faciales, de la hipertonía de los niños con parálisis cerebral infantil, del blefaroespasmo, de la torticolis espasmódica, de la vejiga hiperactiva, la hiperhidrosis y la migraña, entre otras.

Las investigaciones actuales están centradas en la acción de la molécula sobre el dolor crónico, lo que representaría un gran avance en el tratamiento del dolor pues con una sola aplicación se podría controlar el dolor crónico durante 4 meses.

 

Investigaciones sin animales

Allergan ha patentado un sistema de investigación para no tener que utilizar animales. Las pruebas se realizan en cepas de células tumorales que se destruyen frente a la toxina y pueden medirse los resultados mediante técnicas  especificas de radioinmunoensayo.

Allergan invierte en I+D el 16 por ciento de su presupuesto. Muy importante para seguir aprobando nuevas indicaciones para este medicamento tan versátil. Cada nueva indicación lleva un promedio de 10 a 15 años de plazo de investigación y estudio.

Ese día nos presentaron también ,nuevos estudios que demuestran que las distintas toxinas que hay en el mercado, no son intercambiables como un medicamento genérico, sino que cada una es diferente y las dosis y resultados son también son diferentes. Es importante tenerlo claro a la hora de hacer un tratamiento  y también explicárselo a nuestros pacientes.

El año pasado tuve la suerte de poder visitar Westport, donde se hayan las instalaciones de fabricación de todos los neuromoduladores que se utilizan en todo el mundo.

Allí aprendí mucho de la fabricación de la toxina y los estudios que constantemente se están llevando a cabo. Jornadas como ésta, nos mantienen al día en los avances en la investigación y conocimiento de esta molécula tan interesante.

 

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